Tuvo corta vida, pero amplia huella de trabajo por la Patria. Nace en Alquizar y desde joven brilla por sus dotes como poeta que desarrolla hasta la muerte, en franco reto a su quebrantada salud. Participa de forma activa en las luchas revolucionarias en las décadas de los años 20 y 30 del pasado Siglo XX. El crítico Max Henríquez Ureña lo define así: “... el poeta que con mayor hondura y maestría técnica hizo vibrar la nota de la ironía sentimental”. Así retrata el autor en 1923 de una cuarteta para la historia: “Hace falta una carga para matar bribones,/Para acabar la obra de las revoluciones;/Para vengar los muertos que padecen ultraje,/ Para limpiar la costa tenaz del coloniaje./