Pipián, en Madruga, La Habana, es considerado como el alma de las primeras vueltas ciclistas a Cuba. En el primer giro, en 1964, se corona campeón y repite en la tercera, quinte y sexta ediciones. En los Centrocaribe de San Juan’66 fue tercero por equipos; cuatro años después, en Panamá, resultó segundo por colectivos y tercero individual. En la XI edición, en Panamá, queda segundo por equipos y tercero individual. En los VI Juegos Panamericanos, en Cali’71 logra bronce en la persecución individual y cuando soñaba con asistir a los JJ.OO. en Munich, un accidente del tránsito troncha sus esperanzas. Y ocho años después pierde la vida en otro accidente.
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